El estudio de las “masculinidades” es un campo nuevo en México y no se pude entender sin la comprensión del movimiento feminista, en tanto que  cada vez más hombres comienzan a reconocerse como social y culturalmente construidos y que hoy se ven obligados a reaprenderse y a generar estrategias de cambio, sentenció el doctor en Salud Mental Comunitaria y profesor del Instituto de Salud Pública de la Universidad Veracruzana, Benno George De Keijzer en entrevista tras dirigir el Conversatorio “Masculinidades”, mismo que se tuvo como invitado especial al maestro en Investigación en Ciencias de la Educación, Alfonso Hernández, en el marco del Encuentro de Psicología Social que organizó el Departamento de Psicología Aplicada de Centro Universitario de Ciencias de la Salud (CUCS), a través del Doctorado Interinstitucional en Psicología y de la Maestría en Psicología Social

“Lo que pasa en la vida de los hombres y cómo nos comportamos los hombres es algo aprendido, incluyendo la violencia entre hombres y también hacia las mujeres… Es un campo que aparece para ayudarnos a entender cómo se conforman los hombres y qué alternativas hay también ante las desigualdades de género que todavía existen en la sociedad. Entonces constituye un llamado para que también los hombres podamos vernos en el espejo, entendernos como seres que aprendimos a ser así, pero que podemos aprender a desarrollar diferentes estrategias de cambio”.

De Keijzer, reconoció que en un amplio sector masculino subyace una molestia hacia las mujeres, toda vez que tienen las sensación de que “las mujeres están robándole cosas que pertenecían a los hombres“, sin embargo, explicó que no se trata de ningún robo sino de reintegrarle a las mujeres lo que les corresponde como seres humanos, al tiempo que detalló que el malestar masculino es consecuencia de la educación “machista” tradicional, que se va introyectando desde la infancia como que deben aprender a mandar o que la violencia es legítima, por ejemplo.

“Eso va creando una coraza provocada por algo de lo que tengo que estarme defendiendo y superponiéndome tanto a los otros hombres como a las mujeres y que de pronto, en mis primeros noviazgos, en mi relación de pareja, en mi experiencia como papá ya no puedo flexibilizar esa coraza”.

El especialista explicó que lo anterior es la causa que desencadena dicho malestar, el cual epidemiológicamente se manifiesta en altas tasas de suicidio, enfermedades cardiacas, violencia entre hombres y contra las mujeres, y adicciones, entre otras.

Señaló que este malestar no es compartido entre los mismos hombres y está silenciado.

El  profesor del Instituto de Salud Pública de la Universidad Veracruzana, destacó que dicha coraza, se manifiesta también en menor esperanza de vida, con respecto a las mujeres, toda vez que viven entre seis y siete años menos que éstas.

Tras señalar que sí existe una corriente en defensa de los derechos de los hombres que se opone al feminismo y que congrega a  quienes se sienten amenazados y asustados por el empoderamiento de las mujeres, De Keijzer dejó en claro que el otro abordaje de las “masculinidades” se suscribe al pensamiento feminista, es auto-reflexivo, generador de cambo personal y que busca una mejor sociedad en conjunto con las mujeres, “no a pesar ni en contra”, afirmó.

“Estamos perdiendo privilegios y eso duele, no nos los están quitando. La apuesta es que si yo me bajo de la plataforma de superioridad en la que la sociedad me ha puesto por nacer varón, con respecto a mis compañeras o hermanas, realmente la ganancia –así como las mujeres han ganado espacio en lo social, en lo económico, en lo laboral- los hombres encontraríamos un espacio distinto hacia lo privado, en la paternidad, en la relación de pareja y en una relación con uno mismo también distinta. No basado en la competencia, ni en el predominio, ni estar amurallado, sino salir de esa superioridad y de esa estructura”.

Y es que, a este respecto, el doctor en Salud Mental Comunitaria lamentó que los hombres tampoco se están comunicando entre pares, ya que además, se les dificulta entablar relaciones de amistad profunda con otros hombres, lo que se refleja en los varones de la tercera edad que, al perder a su pareja, se quedan literalmente faltos de compañía, porque nunca construyeron redes.

Guadalajara, Jal., a 17 de Noviembre de 2016

@OficialCUCS

Texto: Nelda Judith Anzar

Foto: Mariana Gutiérrez

Redes: Mariana Gutiérrez