La falta de participación de los padres en las actividades escolares de sus hijos, incluso, su permisividad o consentimiento para que no acudan a clases, aunado a un estilo poco preparado del docente, hasta autoritario y represivo, pueden ser determinantes para la deserción escolar.

Tales resultados fueron encontrados por investigadores de la UdeG, quienes estudiaron el tercer grado de una escuela secundaria de una zona marginada de Guadalajara. A partir de entrevistas y observación, confirman que en el abandono escolar también influye la situación económica de las familias y factores institucionales educativos.

La poca o nula sanción al incumplimiento de normas predispone a estudiantes a repetir conductas de ausentismo, destacó el académico del Departamento de Trabajo Social del Centro Universitario de Ciencias Sociales y Humanidades, doctor Mario Alberto Morales, quien agregó que no preparar los cursos también desmotiva a los infantes; ellos perciben más divertido quedarse con sus amigos en la colonia.

Sin precisar cifras, la doctora Claudia Chan Gamboa, del Departamento de Psicología Básica del CUCS, estimó que en el estudio encontraron alumnos que llegaron a faltar a la escuela de 20 hasta 30 días, y en por lo menos siete de cada diez de los casos, los padres lo sabían. Añadió que las políticas públicas permiten un alto nivel de inasistencia, ya que no se les puede reprobar.

El panorama puede ser reflejo de la situación del país, ya que según la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), en 2013 México se ubicó en el primer lugar de deserción entre jóvenes de 15 y 18 años, y el tercer lugar con más jóvenes que no estudian ni trabajan, mientras que Jalisco puede alcanzar la cifra de 200 mil.

Durante rueda de prensa este jueves, los académicos reiteraron que cuanto más avanza un alumno en sus estudios, crece el riesgo de abandonarlos, ya que según la Secretaría de Educación Pública (SEP), la tasa de deserción en el ciclo escolar 2010-2011 fue de 0.7 por ciento en primaria, 5.6 en secundaria y 14.9 en media superior.

Este panorama pone en situación de riesgo a los jóvenes, ya que a la larga obtienen ingresos inferiores e insuficientes, incluso asumir conductas antisociales. También tiene costos para las familias y los países. Según la SEP, en 2014 los más de un millón de alumnos que cursaban de primaria a bachillerato y que abandonaron la escuela, significaron “un costo de más de 34 mil millones de pesos para el país”.

Los académicos insistieron en la necesidad de seguir apostando recursos para la educación pública, además de crear mecanismos para capacitar a padres de familia y fortalecer su involucramiento en las actividades escolares de sus hijos. También diseñar cursos en áreas pedagógicas y didácticas para los profesores de estos tres niveles educativos.

En 2013 México se ubicó en el primer lugar de deserción entre jóvenes de 15 y 18 años. Y el tercer lugar con más jóvenes que no estudian ni trabajan (ninis), detalla la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE).

En Jalisco, los ninis puede alcanzar la cifra de 200 mil, estimó la académica.

Este panorama pone en situación de riesgo a los jóvenes, ya que a la larga obtienen ingresos inferiores e insuficientes, incluso pueden asumir conductas antisociales. Según la SEP, en 2014 los más de un millón de alumnos que cursaban de primaria a bachillerato y que abandonaron la escuela, significaron “un costo de más de 34 mil millones de pesos para el país”.

Seguir apostando recursos para la educación pública. Crear mecanismos para capacitar a padres de familia y fortalecer su involucramiento en las actividades escolares de sus hijos. Diseñar cursos en áreas pedagógicas y didácticas para los profesores.

Unidad de Comunicación Social CUCS