El II Foro de Análisis y Políticas en Seguridad y Salud en el Trabajo, “Conmemorando el Día Internacional de Seguridad y Salud en el Trabajo” que organizó el Departamento de Salud Pública del Centro Universitario de Ciencias de la Salud (CUCS) de la Universidad de Guadalajara (UdeG), tuvo como conferencia magistral la impartida por el Dr. Enrique de la Garza Toledo, profesor investigador de tiempo completo, titular "C" del Departamento de Estudios Sociales de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM) Unidad Iztapalapa, intitulada “Flexibilidad e Identidad en el Trabajo: problemas teóricos y resultados empíricos”.

El ex-coordinador de la Maestría y Doctorado en Estudios Sociales de la División de Ciencias Sociales y Humanidades de la UAM señaló que el concepto de Identidad laboral recobró importancia para los teóricos sociales e investigadores del trabajo hasta los años 80, por lo que se trata de un concepto relativamente joven.

Explicó que antes de la década de los ochenta, se concebía la identidad laboral en función del oficio o tarea que se desempeñaba, lo que se denominaba “identidades por adscripción”.

Tras señalar que la simple definición teórica del concepto presentó problemas llegando a tener una visión intimista e interactiva, el profesor investigador de la UAM de visita en el CUCS, puntualizó que la identidad se desarrolla en la subjetividad “es un significado de pertenencia que abstrae las diferencias con nosotros y destaca las alteridades con ellos”, es siempre social y está situada temporal y espacialmente.

“La Identidad y fragmentación son parte de un continuo, variables espacial y temporalmente… La identidad como la fragmentación no son una necesidad, se construyen socialmente… En particular la Identidad en el trabajo es el resultado de la cultura y de los roles ocupacionales para el funcionalismo y no una construcción en la que el agente participa activamente”.

Al afirmar que podía haber identidad con la empresa, con el colectivo de trabajadores o con el trabajo mismo, ya sea cada uno por separado o juntos, el académico concluyó que la identidad es una construcción social que pone en juego estructuras, subjetividades e interacciones; que subjetivamente la identidad es una configuración de códigos y que la identidad es siempre situada espacial y temporalmente.

Sin embargo, De la Garza Toledo precisó que fue hacia finales de esa década cuando la dinámica del trabajo clásico dio un viraje hacia la fragmentación de las identidades, dando lugar a las teorías del Fin del Trabajo, toda vez que los empleos estables se fueron perdiendo, cada vez era más complejo seguir una misma trayectoria laboral -siendo esta “sinuosa e incoherente”- eliminando todo tipo de identidad con el trabajo y dando lugar a la fragmentación de las relaciones sociales.

Fue con el neoliberalismo -afianzado en los años noventa- dijo, como aparecieron las teorías que proclamaron el Fin del Trabajo, lo que significaba la falta crónica de empleo. Ante ello, la versión sociológica  se inclinó más por la idea de que el trabajo dejó de ser eje articulador de las relaciones sociales y dejó en claro que la heterogeneidad de las nuevas ocupaciones o bien las trayectorias laborales desarticuladas, impedían la constitución de Identidades que partieran del trabajo

El especialista añadió que el trabajo fluido, inseguro en términos de duración en el tiempo y el espacio se extendió en la nueva economía de los años noventa, impactando a las carreras ocupacionales que serían incoherentes y que atentarían con la acumulación de conocimientos laborales y obligaría a la permanente capacitación laboral.

“Esta fragmentación de la carrera ocupacional se traduciría en fragmentación de las relaciones personales y por ende en una falta de identidad con una profesión en particular. Como se ve, hay un trasfondo estructuralista que recuerda al funcionalismo, en tanto el rol ocupacional determinaría a la identidad o bien la estructura de ocupaciones se reflejaría en una estructura de identidades”.

El miembro del Sistema Nacional de Investigadores Nivel III, resumió diciendo que la flexibilización del mercado de trabajo equivale a laxitud de las leyes laborales, de los contratos colectivos, de las políticas gubernamentales y de la reducción del poder de los sindicatos, ponderando el trabajo individualizado. Como ejemplo citó la modalidad de outsourcing o empleo subcontratado,

generando más riesgos y menos derechos laborales.

Tras esta conferencia magistral, el Dr. De la Garza Toledo dio respuesta a las preguntas de los asistentes al Auditorio Roberto Mendiola Orta luego de poco más de una hora de disertación.

En el acto inaugural del II Foro de Análisis y Políticas en Seguridad y Salud en el Trabajo, acudió en representación del Dr. Jaime F. Andrade Villanueva, rector del CUCS, el Dr. Alfredo Celis de la Rosa, director de la División de Disciplinas para el Desarrollo, Promoción y Preservación de la Salud, quien hizo la declaratoria inaugural del evento.

El Dr. Enrique de la Garza Toledo es además Doctor en Sociología por El Colegio de México, cursó sus postdoctorados en la Universidad de Warwick, Inglaterra y en Berkeley, California. Ha sido Profesor visitante en la Universidad Autónoma de Barcelona, Universidad de Cornell y de Evry (Francia).

Ha recibido el Premio Nacional de Economía por el Colegio Nacional de Economistas y en dos ocasiones el Premio Anual de Investigación Económica otorgado por el Instituto de Investigaciones Económicas de la UNAM en 1984 y 1986, respectivamente. En 1992 obtuvo el Premio Nacional de Investigación Económica “Jesús Silva Herzog”, en 2002 obtuvo el Premio Nacional de Investigación Laboral y en 2009 recibió el Premio Nacional de Ciencias y Artes de Campo III, Historia, Ciencias Sociales y Filosofía.

Sus líneas de investigación son: Estudios Laborales y Relaciones industriales; Procesos de trabajo y sindicatos; Teoría Social y Metodología.

A T E N T A M E N T E

“Piensa y Trabaja”

Guadalajara Jal., a 28 de Abril de 2017

Texto: Nelda Judith Anzar

Fotografía: Mariana Gutiérrez