Investigación multiuniversitaria revela las presiones que viven algunos de los investigadores del país

Una investigación encabezada por Verónika Siegli, de la Universidad Autónoma de Nuevo León, pero que integra a una red de cuerpos académicos de cinco universidades del país, incluida la Universidad de Guadalajara, da cuenta del exceso laboral que sufren los investigadores del país, en menoscabo de su salud física y emocional, y en la falta de motivación para cristalizar sus proyectos.
Siegli impartirá este jueves, en el Centro Universitario de Ciencias de la Salud (CUCS), la conferencia “Acoso y culturas organizacionales”, y anunciará su libro Cultura política y educación, de próxima publicación, que da cuenta de la falsa percepción de que los especialistas de élite del país, muchos de ellos miembros del Sistema Nacional de Investigadores, viven en condiciones cómodas o idóneas para su trabajo.
“Tenemos una idea de que las élites académicas son un grupo que se considera privilegiado, y poco se sabe de su salud. Los investigadores que laboran en universidades chicas o medianas están sometidos a organizaciones de trabajo con un liderazgo impositivo y autoritario; es decir, tienen escasa participación en la toma de decisiones y el acceso a los recursos institucionales es arbitrario”, dijo.
La investigadora agregó que clasificaron la salud de los investigadores y elaboraron una tabla con quince síntomas mórbidos de salud, como cefaleas, colitis, trastornos de sueño, dolores musculares, depresión y angustia, entre otros. Descubrieron que en la Universidad Nacional Autónoma de México, por ejemplo, solo 25 por ciento de sus investigadores padecían estos problemas, pero en las universidades medianas, y sobre todo las más pequeñas, superan 50 por ciento de sus investigadores en situación mórbida.
“Esto se debe a la estructura organizacional que priva dentro de las universidades. En la UNAM tienen estructuras con programas que favorecen la investigación y el flujo de recursos; en cambio, en muchas otras universidades vimos que los investigadores tienen un acoso severo por parte de sus superiores, aunado a las envidias, las exigencias laborales y la fiscalización de recursos los pone en una situación de severa angustia y estrés”.
La jefa del Departamento de Psicología Básica del CUCS, Claudia Chan, quien organiza este seminario en “Interacción Social y Salud en Universitarios”, puntualizó que en las investigaciones también han encontrado una situación que preocupa: “Muchos investigadores renuncian a sus proyectos porque mientras les llegan los recursos, luego de una larga burocracia para obtenerlos, ellos tienen que financiarlos de su propio bolsillo”.
Coordinación de Comunicación Social