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Con ciclo de conferencias virtuales, conmemoró Ciencias de la Salud el Día Mundial de la Alimentación 2020

Se abordaron temas relativos a la sustentabilidad, la relevancia de la comensalía y la seguridad alimentaria

Para conmemorar el Día Mundial de la Alimentación, el Departamento de Salud Pública, la Coordinación del Doctorado en Nutrición Traslacional y  la Licenciatura en Nutrición del Centro Universitario de Ciencias de la Salud (CUCS), organizaron un Webinar conjunto con la participación de destacados investigadores de este núcleo universitario.

En su mensaje de bienvenida, la jefa del Laboratorio de Ciencias de los Alimentos, Dra. Lucrecia Carrera Quintanar, en representación de la Dra. Fabiola Márquez, coordinadora del Doctorado en Nutrición Traslacional dio la bienvenida al ciclo virtual de conferencias y resaltó que, en el marco de la pandemia por COVID-19, este evento permite reflexionar sobre los hábitos alimenticios de la población.

“Además de una crisis sanitaria, estamos viviendo una crisis ecológica que tiene años de ser subestimada y en este momento necesitamos escuchar al planeta en el que vivimos, un planeta que nos provee de todo lo necesario para nuestra subsistencia”.

Fue enfática al señalar que, como trabajadores de la salud, los nutriólogos tienen la responsabilidad de generar un nivel de conciencia de alto impacto que corrija el rumbo y se dirija hacia nuevos hábitos de alimentación saludable y sustentable.

“Necesitamos urgentemente hacer conciencia ya que hay una enorme contradicción entre los 1,300 millones de toneladas de alimentos que se desperdician al año y los 795 millones de personas que sufren de hambre. Y es ilógico que el 25 por ciento del consumo humano de agua se desperdicie en alimentos que nadie consume”.

Carrera Quintanar, se pronunció a favor de fomentar el consumo de alimentos agroecológicos, libres de químicos, con envases sustentables para contribuir a que la sociedad en general “comprenda que consumir alimentos saludables también es ayudar al planeta”.

La coordinadora de la Licenciatura en Nutrición del CUCS, Mtra. Martha Betzaida Altamirano Martínez agradeció en su mensaje a las autoridades del Centro Universitario por apoyar la realización de este Webinar, pero sobre todo a los alumnos que colaboraron en su organización y logística. Al dirigirse a los alumnos de pregrado y posgrado, expuso el reto que representa la alimentación sustentable.

“Este día, nos distingue como carrera, porque la alimentación va muy ligada con todo lo que  hacemos nosotros. Este año el lema del Día Mundial de la Alimentación es Cultivar, Nutrir y Preservar Juntos: Nuestras acciones son nuestro futuro. Y sin duda, lo que hagamos hoy como personas, como familia, como sociedad, como profesionales, impactará en el mundo que podremos entregar en el  futuro a los que vendrán.  Y sumado a la pandemia de COVID, nos deja un reto muy tangible de todo lo que tenemos que cambiar, analizar y tratar de hacer mejor como profesionales de la Nutrición”.

La conferencia inaugural corrió a cargo del profesor investigador del Departamento de Salud Pública, Dr. René Crocker Sagastume, con el tema “Hogar Sustentable”. En su turno, participó la Dra. Leyna Priscila López Torres quien expuso el tema “Nutrirnos juntos: La comensalía y su relevancia en la alimentación y la salud”, además de la Dra. Josefina Fausto  Guerra quien dictó la conferencia “Seguridad Alimentaria en comunidades rurales de Jalisco”, misma que a continuación se expone a manera de resumen, por considerarlo de alto impacto social.

La profesora Investigadora del Instituto de Investigación en Salud Pública del CUCS, Dra. Josefina Fausto Guerra detalló que el concepto de Seguridad Alimentaria hace referencia a la disposición de todas las personas y en todo momento de alimentos suficientes, inocuos y nutritivos para satisfacer sus necesidades alimenticias, sus preferencias y gustos a fin de llevar una vida activa y sana, lo cual es un derecho reconocido por la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos.

Tras exponer las dimensiones de la seguridad alimentaria, la especialista detalló que los ingresos familiares son uno de los principales factores que influyen en el consumo y calidad de los alimentos.

 Es por ello que recalcó que en México, la pobreza constituye un desafío importante asociado a la desigualdad social, lo que se constató en la malnutrición que vive la población de Agua Caliente, delegación de Poncitlán, Jalisco situada en la ribera del Lago de Chapala, donde se practica la agricultura de subsistencia, cuya característica es que presenta un alto grado de marginación y muy bajo desarrollo social o pobreza extrema.

Indicó que en dicha localidad rural, trabaja un grupo de investigadores del CUCS y que entre las líneas de investigación de dicho equipo, está la seguridad alimentaria. Entre los primeros hallazgos se detectó  que el patrón de distribución del alimento en Agua Caliente favorece al hombre que trabaja, en perjuicio de la mujer en general, sin importar si está embarazada o lactando, así como del niño en crecimiento.

“Esto debido a la situación socioeconómica que viven las familias, lo que propicia la escasez de alimentos produciendo una discriminación en beneficio de los niños varones con respecto a las niñas”, lo que impacta en la malnutrición de éstas, quienes al crecer y convertirse en madres, tendrán hijos no sanos y con peso insuficiente.

Además del difícil acceso de la zona y la deficiencia de transporte, la comunidad tiene también dificultad para la adquisición y abastecimiento de alimentos y servicios sanitarios que van desde  atención médica, hasta la recolección de basura, misma que suele ser quemada por los habitantes. Sin dejar de mencionar la falta de agua potable.

“El equipo de investigadores que estamos trabajando en esta comunidad, concluimos que Agua Caliente vive una situación de graves carencias que son urgentes de resolver, toda vez que sus derechos a la alimentación, integridad personal y de salud están vulnerados, ya que un problema actual es la alta prevalencia de desnutrición y de daño renal”.

Puntualizó que los investigadores, se dieron a la tarea de realizar una vigilancia del estado nutricio con indicadores antropométricos y una evaluación dietética de las familias en 2016, encontrándose que la dieta de los niños se caracterizaba por ser baja en calorías y en proteínas, por lo que se cataloga como una “dieta pobre en calidad y cantidad”.

Además detectaron que 4 de cada 10 niños presentaban bajo peso, 7 de cada 10 no consumen dieta variada y completa y no consumen los requerimientos necesarios para su desarrollo y crecimiento. Además, se midió el perímetro cefálico de los menores y se detectó que 6 de cada 10 no alcanza su máximo crecimiento, lo que indica que su cerebro no se ha desarrollado adecuadamente.

El déficit de bajo peso y la baja talla de acuerdo a la edad, añadió la investigadora, revela “que los niños llevan presentando una desnutrición crónica por periodos prolongados”.

Dijo que los ingresos semanales de las familias en su mayoría van de 300 a 500 pesos en el 38.5 por ciento de los casos, mientras que solo 30.8 por ciento reportó ingresos de 600 a 1000 pesos, lo que se traduce en que 7 de cada 10 familias de 7 miembros en promedio, viven con 1000 pesos o menos a la semana. Además de que los adultos tienen un nivel de escolaridad de primaria o menos.

“Es necesario y urgente aplicar políticas públicas que vayan encaminadas a resolver los problemas de alimentación. Hay muchos programas de asistencia alimentaria por parte del Estado, sin embargo, no se ve un efecto positivo en la situación nutricional de la población… Vimos que el problema es que no se da seguimiento y muchas veces el recurso o el apoyo no llega realmente a quien lo necesita”.

A t e n t a m e n t e

“Piensa y Trabaja”

“Año de la Transición Energética en la Universidad de Guadalajara”

Guadalajara, Jal., a 20 de octubre de 2020

 

Texto: Nelda Judith Anzar

Fotografía: Fryda Villa Alejandre