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En el marco del tradicional curso de Propedéutica y Semiología Médica, tuvo lugar la conferencia “De la Ciencia a la Compasión en la Clínica Médica”

También se presentó el libro: Principios Prácticos de la Medicina Paliativa y del Dolor

Con el objeto de que los los estudiantes identifiquen la relevancia de la propedéutica en el abordaje integral de los pacientes y que reflexionen sobre su futuro en la práctica clínica, el rector del Centro  Universitario de Ciencias de la Salud (CUCS), Dr. José Francisco Muñoz Valle inauguró el Curso de Propedéutica y Semiología Médica 2020-A.

Tras agrader a los organizadores del curso por despertar en los estudiantes el interés en este tema y por trabajar en la excelencia académica de este programa, el rector de este campus, señaló que la tecnología y la propedéutica garantizan la formación y sientan las bases para el desarrollo de los métodos de trabajo de la profesión médica, lo que confiere herramientas vitales para que los estudiantes logren las habilidades requeridas en la correcta aplicación de la clínica.

“El objetivo de este curso es que ustedes los estudiantes, identifiquen la relevancia de la propedéutica para un abordaje integral de los pacientes y con ello reflexionen sobre su futuro en la práctica clínica”.

En este marco, la División de Disciplinas Clínicas, el Departamento de Clínicas Médicas y la academia de propedéutica y Semiología Médica, organizaron la conferencia “De la Ciencia a la Compasión en la Clínica Médica” y se presentó el libro Principios Prácticos de la Medicina Paliativa y del Dolor, cuyo autor y ponente fue el  Dr. Guillermo Eduardo Aréchiga Ornelas, médico anestesiólogo especialista en Medicina Paliativa con Doctorado en Farmacología, SNI nivel I y fundador del Instituto Jalisciense de Alivio al Dolor y Cuidados Paliativos (PALIA) de la Secretaría de Salud Jalisco.

En el acto inaugural, el director de la División de Disciplinas Clínicas de este núcleo universitario, Dr. Héctor Raúl Pérez Gómez resaltó que las Ciencias de la Salud “no son solo avances tecnológicos, sino  parte fundamental del humanismo”.

Invitó a los alumnos de cuarto semestre de la Licenciatura de Medicina presentes en el Auditorio Dr. Roberto Mendiola Orta -quienes inician el curso de Propedéutica y Semiología Médica- a aprovechar al máximo esta herramienta fundamental para el desempeño de su profesión, sin soslayar la calidez y el humanismo que deben tener presentes en la atención que brinden a sus pacientes.

Calificó a la Propedéutica y a la Semiología Médica como un arte en el que el profesional de la salud debe imprimir todos sus conocimientos y utilizar todas las herramientas clínicas para determinar el diagnóstico y hacer de éste, un buen ejercicio diferencial.

“El 80 por ciento de los diagnósticos están al alcance de la buena clínica, del buen interrogatorio, de la buena historia clínica, de un examen físico magistral. Regresemos a esos momentos. La tecnología es muy importante, los estudios hoy nos pueden mostrar muchas cosas y las pruebas de Biología Molecular nos pueden ayudar en una gran cantidad de diagnósticos, sí, pero el 80 por ciento de los diagnósticos están al alcance de escuchar bien con el estetoscopios, de explorar adecuadamente, de percutir, de observar y de un buen interrogatorio”.

La presentación del libro Principios Prácticos de la Medicina Paliativa y del Dolor, estuvo a cargo del Jefe del Departamento de Clínicas Médicas del CUCS, Dr. Pedro Emiliano Farfán Flores, quien mencionó que el libro pretende aportar elementos para la formación de médicos especialistas en este campo del conocimiento.

Dijo que es el libro es editado por la Editorial de la Universidad de Guadalajara y el Centro Universitario de Ciencias de la Salud. Contiene los trabajos escritos por un equipo multidisciplinario de Médicos, Psicólogos, Enfermeras, Trabajadoras Sociales y Estudiantes de Posgrado. Se encuentra dividido en tres partes, en las que se abordan los Cuidados Paliativos, el Control del Dolor y los Cuidados Paliativos del Niño. Dentro de sus páginas aporta elementos para la formación de especialistas en este campo de conocimiento, con el propósito de ayudar a enfrentar de manera

Además, dijo que hace una revisión de distintas escalas sobre medición del dolor y el rol que juega todo el personal de salud en la atención del paciente que requiere cuidados paliativos (enfermeros, nutriólogos, psicólogos y trabajadoras sociales).

“Esta obra, se logra con el esfuerzo colectivo y el compromiso solidario de un equipo multidisciplinario y con apoyo interinstitucional de la Secretaría de Salud Jalisco, del OPD Servicios de Salud Jalisco y la Universidad de Guadalajara… Deseo que este libro realmente contribuya a la formación de especialistas y a la reflexión sobre la vida, la muerte y el dolor”.

Finalmente el Dr. Guillermo Eduardo Aréchiga Ornelas refirió que todos los estudiantes de Ciencias de la Salud tienen necesidad de aprender para ayudar a los demás, lo que se traduce en un sentimiento de compasión.

Señaló que factores políticos mundiales contribuyen en la actualidad a crear una división de la sociedad provocando intolerancia e  inconformidad, lo que es importante observar desde la perspectiva científica, toda vez que esto refleja ausencia de compasión, lo que puede reflejarse en la práctica clínica, en el pronóstico y en la atención del paciente.

Expuso que la compasión es la respuesta al dolor y al sufrimiento de los otros con el auténtico deseo que expresa y siente aquel que quiere ayudar.

“Ver células, ver Individuos, leer cuerpos como si fueran textos, auscultándolos, percutiéndolos y hojearlos a través de la identificación de los síntomas es una de las cosas más maravillosas que tiene que ver con el contacto en la medicina”.

Enfatizó que la atención médica no se tiene que volver un elemento cosificado, en el que el personal de salud no conoce el nombre de los pacientes y solo representan un número de cama, sino que se debe volver a la práctica de la medicina humanista y a no concebir a la compasión y la vocación como un trabajo o como una obligación.

Presentó distintos estudios publicados en revistas científicas en los cuales se comprueba que las muestras de compasión o de afecto tienen su base en el sistema nervioso autónomo, ya que activa el sistema simpático, el cual libera catecolaminas y mejora el pronóstico o la evolución de los pacientes al disminuir los niveles de ansiedad o depresión que le provocan una disminución en  la secreción de citosinas pro inflamatorias como interleucinas, factor de necrosis tumoral y un efecto analgésico; pero a su vez estas muestras de compasión también benefician al personal de salud al activar la corteza somato-sensorial, ya que se demostró que la falta de ella contribuye al agotamiento.

Mencionó que en México el 80 por ciento del personal de salud presenta agotamiento laboral y el deseo actuar con rapidez y terminar los procedimiento lo más rápido posible, lo que provoca la cosificación y despersonalización de  la atención al paciente y contribuye al agotamiento del personal.

A t e n t a m e n t e

“Piensa y Trabaja”

Guadalajara, Jal, a 29 de Enero de 2020

 

Texto: Natalia Barajas Morán y Nelda Judith Anzar

Fotografía: Fryda Villa Alejandre