El caso más reciente el ex futbolista del América “Chucho” Benítez. La UdeG ofrece capacitación para atender ataques del corazón

Debido a que “80 por ciento de los ataques cardiacos ocurren fuera de los hospitales” y que la atención médica tiene que realizarse “de tres a cinco minutos posteriores, como máximo”, el médico Luis Manuel Espinosa Castillo,  jefe del  Laboratorio de Cardiología, del Centro Universitario de Ciencias de la Salud (CUCS), recomienda que la población en general esté capacitada para saber cómo reaccionar ante esa situación.
Para llevar a cabo esas acciones, el también coordinador de la carrera de Técnico Superior Universitario en Emergencias, Seguridad Laboral y Rescates, de la Universidad de Guadalajara (UdeG), propone implementar el uso y el acceso al desfibrilador automático externo, el cual puede complementarse con la reanimación cardiopulmonar, pues es durante ese lapso que puede salvarse el paciente.
Espinosa Castillo considera que las afectaciones cardiacas son la principal causa de las muertes súbitas de los deportistas de alto rendimiento, a propósito de la reciente defunción de Christian Rogelio Benítez Betancourt -conocido como “Chucho Benítez”- quien fuera futbolista delantero en “El Jaish SC”, de Qatar, en el oriente medio, y quien participara también en el Club América y en la selección de Ecuador.
Agrega que los ataques cardiacos en los atletas ocurren frecuentemente por el síndrome debrugada -una enfermedad hereditaria que afecta principalmente a jóvenes, de uno a dos por cada cien mil habitantes- pero también por el llamado infarto de miocardio, un músculo del corazón que obstruye las arterias; a ello se suman las complicaciones por el estrés físico y mental de los deportistas.
Medios de comunicación anunciaron que la muerte de “Chucho Benítez” ocurrió debido a un paro cardiorespiratorio, pero que tuvo dolor en el estómago, el cual pudo haber resultado de una apendicitis y luego peritonitis. Por ello, el cardiólogo Espinosa Castillo destaca la importancia de considerar que las afectaciones del corazón pueden asociarse a otras manifestaciones, como dolor en la boca del estómago o hasta vómitos.
Los desfibriladores automáticos externos “son sencillos de usar”, añade Espinosa Castillo. Analizan el ritmo cardiaco de un paciente pero también funcionan para tratar los ataques cardiacos; sirven porque “en 80 por ciento de los ataques ocurre la fibrilación”, es decir, una especie de “calambres” en secciones de este órgano.
De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud las enfermedades cardiovasculares son la principal causa de muerte en el mundo; se calcula que para 2030 morirán 23.3 millones de personas por ello. “En México cada dos minutos ocurre un ataque cardiaco”, complementa Espinosa Castillo. Para él, tener “disponibles” desfibriladores automáticos externos puede salvar de 50 a 70 por ciento de los pacientes.
La UdeG pone a disposición del personal de la salud y del público en general cursos de capacitación sobre el uso de ese aparato. A la fecha se han capacitado 50 mil personas. Los interesados pueden llamar al número telefónico 1199-4926.
Texto. Raúl Yáñez de la Cruz