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La ciencia debe identificar estrategias que favorezcan tanto el control como la mitigación del COVID-19: Muñoz Valle

Inaugura el rector del CUCS el Webinar “Vitamina D y COVID-19. Mecanismos, efectos y recomendaciones”

Con el propósito de implementar intervenciones exitosas en las diferentes etapas del ciclo de la pandemia por COVID-19 se deben integrar aportaciones de los diferentes campos de la ciencia, sostuvo el rector el Centro Universitario de Ciencias de la Salud (CUCS), Dr. José Francisco Muñoz Valle al inaugurar el Webinar “Vitamina D y COVID-19. Mecanismos, efectos y recomendaciones”.

“A casi un año de reportarse la aparición de esta enfermedad, nos encontramos en un momento que aún implica grandes desafíos. Si bien hay noticias alentadoras por los avances en el desarrollo de las vacunas con alta eficiencia para alcanzar inmunidad en la población, somos conscientes de que esta situación no se dará de forma inmediata, pues será un gran reto ejecutar el plan de inmunización requerido”.

No obstante, advirtió que “nos encontramos en un periodo crítico” dado el comportamiento de los indicadores epidemiológicos del país y en particular en Jalisco, de ahí que la ciencia debe continuar trabajando en identificar estrategias que favorezcan tanto el control como la mitigación de los efectos de esta enfermedad.

Muñoz Valle, refirió que esta contribución está considerada entre  los propósitos de la Sala de Situación en Salud por COVID-19 de la Universidad de Guadalajara, por lo que desde la academia, este evento reúne a especialistas que presentan evidencia científica sobre la Vitamina D y su posible papel en la prevención del padecimiento.

“Estoy seguro que juntos como sociedad organizada lograremos salir adelante en esta contingencia. Como rector del Centro Universitario de Ciencias de la Salud, reitero el compromiso de nuestra comunidad académica para continuar poniendo su conocimiento y capacidad al servicio de la sociedad”.

En la conferencia dictada por la Jefa del Departamento de Salud Pública y también coordinadora del Grupo de Análisis de la Sala de Situación en Salud por COVID-19, Dra. Gabriela Macedo Ojeda, reveló que la deficiencia de Viitamina D es considerada como un problema de salud pública en el mundo, ya que su insuficiencia afecta a cerca del 50 por ciento de la población, en tanto que en México la media de ingesta de esta vitamina es de 18.4.

Tras dejar en claro que los niveles óptimos de Vitamina D en el cuerpo humano son 30 nanogramos sobre mililitro en sangre, Macedo Ojeda reconoció que son pocas las fuentes de esta vitamina en los alimentos y no son tan frecuentes de consumir.

“En México tenemos datos con base en encuestas nacionales de nutrición y salud y por grupo de edad se identifican prevalencias importantes de su deficiencia o insuficiencia. En el caso de los niños es de 39 por ciento, en el caso de los adolescentes de 31 por ciento y en el caso de los adultos de 30 por ciento”.

Señaló  además una serie de factores que dificultan su absorción como el síndrome de mala absorción intestinal, obesidad o enfermedades que aumentan el catabolismo o aumentan su síntesis, así como la síntesis reducida en la piel debido al uso de protector solar, la pigmentación de la piel, la hora de exposición durante el día, el envejecimiento e incluso los hábitos del vestir, la nubosidad en el ambiente, la latitud, la estación del año, etc.

Expuso que entre las estrategias de salud pública para prevenir la deficiencia de Vitamina D en la población, destacan los diversos programas gubernamentales para mejorar la nutrición como han sido históricamente en el país la suplementación con ácido fólico, Vitamina A y la yodación de sal.

Sin embargo, advirtió de las consecuencias del exceso de la ingesta de Vitamina D. Como efectos agudos citó la anorexia, pérdida de peso, poliuria y arritmias cardiacas hasta una calcificación vascular y tisular que podrían ocasionar daño renal o cardiovascular.

“Se podrían identificar en niveles séricos de 25 hidroxivitamina D, por encima de los 150 o hasta los 200 nanogramos por mililitro y que las dosis que podrían estar asociadas a toxicidad serían 50 mil unidades internacionales diarias cuando se consumen por semanas o por meses”.

Refirió que también hay efectos adversos a largo plazo como algunos cánceres, riesgo de enfermedad cardiovascular, fracturas y caídas.

Así, acentuó que la ingesta a concentraciones séricas de 25 hidorxivitamina D de hasta 100 nanogramos sobre mililitro, es segura tanto en población adulta como en niños.

“Las dosis seguras a largo plazo, se identifica en 4000 unidades internacionales diarias con consumo sostenido por mucho tiempo, incluso por más de un año”.

Para prevenir la enfermedad de COVID-19 lo que se busca es alcanzar concentraciones de 40 a 60 nanogramos sobre mililitro. Monitorear la concentración inicial, así como la deficiencia de esta vitamina. Además de cuidar no superar la ingestión máxima tolerada”.

Reiteró que con estas recomendaciones no se pretenden sustituir las medidas sanitarias habituales para la prevención del COVID-19 y aprovechó para sugerir el apego a dichas medidas durante las festividades decembrinas.

Por su parte, la coordinadora de la Licenciatura en Nutrición, Mtra. Martha Betzaida Altamirano Martínez disertó sobre  la “Vitamina D en diferentes patrones de alimentación” y expuso que un patrón de alimentación representa la cantidad de alimento, variedad, y combinación de alimentos y bebidas junto a la frecuencia con la que son consumidos, por lo que cada persona o familia tiene distintos patrones, mismos que además, están relacionados con la cultura, las costumbres y los hábitos.

“Los patrones de alimentación, por tanto, pueden llevar a situaciones de salud inadecuadas o puede haber patrones que nos lleven a mejores condiciones de salud o bien, a enfrentar de mejor manera una situación de enfermedad”.

Definió que un patrón de alimentación saludable, es aquel que ayuda a mantener un peso saludable y a prevenir y reducir el riesgo de enfermedades crónicas en las diferentes etapas de la vida.

Expuso que una dieta saludable se debe caracterizar por cubrir los requerimientos de nutrimentos, sin exceder los límites de alimentos críticos (grasas saturadas, azúcar agregadas, sodio y kilocalorías totales) ,además debe promover el consumo de alimentos diversos y solo,  cuando esto no es posible, se pueden proporcionar suplementos.

Enumeró algunos alimentos con mayor contenido de Vitamina D como la sardina, leche fresca, charales, jocoque, yemas de huevo y el huevo entero, además del huitlacoche, hongos, y/o alimentos fortificados con esta vitamina como leche de soya o de almendras, bebidas de arroz o jugos, margarinas fortificadas y cereales para desayuno, aunque estos pueden estar cargados con nutrimentos críticos, por lo que vale la pena valorar su consumo.

Detalló que en las hojas de la planta del jitomate, de  la papa y de la calabacita existe un rico contenido de Vitamina D, por lo que se debe considerar su incorporación a la dieta cotidiana.

“Tenemos que buscar adaptar los patrones de alimentación que se están llevando a cabo a patrones de alimentación saludables y valorar dentro de eso cuáles serían las fuentes más importantes de Vitamina D, para poder recomendar alimentos que la contengan de manera individual o poblacional haciendo uso de Guías Alimentarias Nacionales”.

Resaltó la dieta de la Milpa que promueve la Secretaría de Salud y ofreció además la Guía de Salud Integral que considera alimentos frescos sobre todo de origen vegetal cuya propuesta es de este Centro Universitario y cuyo contenido contempla alimentos ricos en Vitamina D como el pescado, huevo, leche y quesos y que además propone considerar estilos de vida saludable como actividad física, así como la incorporación de grasas saludables como la nata o margarina adicionada.

“Como profesionales de la salud y la nutrición debemos promover un estilo de vida saludable que incluya alimentos ricos en Vitamina D de acuerdo al patrón de alimentación del paciente. Realizar una valoración integral tanto de macronutrimentos e ingestión calórica, así como también valorar la ingestión de micronutrimentos como la Vitamina D, valorar la concentración sanguínea de micronutrimentos y considerar datos clínicos que nos puedan hablar de deficiencia de esta vitamina. Considerar alternativas  para cubrirla basada en la evidencia de  la evaluación que estemos realizando con base científica”.

Además el Webinar contó con la participación del Dr. Jorge Hernández Bello, quien expuso el tema “Mecanismo bioquímico y molecular de la Vitamina D” y del Licenciado en Nutrición Francisco Javier Turrubates Hernández, quien habló sobre “Efectos inumnomoduladores potenciales de la Vitamina D en la prevención de COVID-19. El evento virtual estuvo moderado por la coordinadora del Doctorado en Ciencias de la Nutrición Traslacional, Dra. Fabiola Márquez Sandoval.

A t e n t a m e n t e

“Piensa y Trabaja”

“Año de la Transición Energética en la Universidad de Guadalajara”

Guadalajara, Jal., a 15 de Diciembre de 2020

 

Texto: Nelda Judith Anzar

Fotografía: Cortesía