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Las mujeres en América Latina mueren por cáncer de mama en edades tempranas

Se debe incidir desde la investigación en la detección precoz y tratamiento oportuno del cáncer de mama, reveló lAmparo Tapia Curiel al impartir la Conferencia “Cáncer Mamario y sus Determinantes Sociales”

En países con ingresos bajos como los ubicados en América Latina entre ellos México, el 60 por ciento de las muertes por cáncer de mama ocurren en mujeres jóvenes, es decir, entre los 30 y 59 años de edad. Es en esta región donde tiene lugar el 70 por ciento del total de las defunciones por cáncer de mama en el mundo, reveló la doctora en Ciencias de la Salud con orientación socio-médica, Amparo Tapia Curiel al impartir la Conferencia “Cáncer Mamario y sus Determinantes Sociales” en el Auditorio Javier García de Alba del Centro Universitario de Ciencias de Salud (CUCS), de la Universidad de Guadalajara (UdeG).

“La carga de las muertes prematuras de las mujeres que en este rango de edad, a mí me parece extremadamente joven… de tal suerte que la mayoría de las mujeres que mueren por cáncer de mama, mueren muy jóvenes. Y otro de los impactos importantes, son los altos  costos en el sector salud, en el campo laboral y especialmente en el ámbito familiar”.

Ante una audiencia compuesta por estudiantes, académicos e investigadores, la también profesora investigadora del CUCS expuso que tan sólo en Latinoamérica, el cáncer mamario ocupa la segunda causa de muerte por tumores malignos y es el responsable del 15 por ciento de todas las muertes por cáncer en la región.

La especialista advirtió que si se sigue haciendo lo mismo como hasta ahora, la incidencia de este flagelo se incrementará en 46 por ciento para 2030.

Por lo anterior, centró en dos puntos los principales retos  de la comunidad médica, investigadores  y sobre todo de los tomadores de decisiones del sector salud: la detección y el tratamiento oportuno de la enfermedad.

“La clave se encuentra en la combinación de dos elementos: detecten tempranamente el problema y llevemos a cabo el tratamiento oportuno”.

Si bien ya están planteados estos retos, dijo, el tratamiento integral debe considerar replantear algunas estrategias y añadir otras como el abordaje psicológico y modificar la legislación laboral.

Además se debe seguir insistiendo en incidir más contundentemente en intervenciones educativas, que por ahora no han favorecido la autoexploración mamaria por parte de las mujeres y muy importantemente se debe incidir en la detección precoz, así como en el acceso a los servicios de salud, toda vez que las mamografías siguen teniendo un criterio de aplicación en edades que están resultando tardías (40 años).

Fue puntual al señalar que desde la investigación se debe seguir incidiendo en la mejora de la detección y del tratamiento de este padecimiento, por lo que se debe trabajar más en el peso específico que tienen los diversos factores de riesgo en la aparición del cáncer, ya que por ahora los factores de mayor peso identificados es que se sea mujer y que se tenga edad avanzada.

“Hay mujeres que no tienen ni uno de los factores de riesgo aparentes… salvo dos: ser mujer y tener edad avanzada. Son dos eventos de los que difícilmente nos podríamos sustraer, pero que no hay trabajos de investigación que tengan la certeza del peso que tiene cada uno”.

La especialista reveló que en México la tasa de casos nuevos se ha incrementado al pasar 21 por cada 100 mil mujeres de 20 años y más en 2007, hasta llegar a 28.8 en 2014.

Además, en el país 70 de cada 100 mujeres pierden la vida en promedio a los 5 años después de haber sido diagnosticadas con cáncer mamario, lo que denota que se está detectando en etapas tardías de la enfermedad, cuando las probabilidades de sobrevivencia son de menos del 30 por ciento.

El cáncer de mama es la primera causa de ingresos hospitalarios en México del total de las hospitalizaciones por cáncer. Es la segunda causa de mortalidad por neoplasias en mujeres de más de 20 años y rebasa el millón de consultas institucionales otorgadas por cáncer de mama al año.

“Otro de los impactos que he considerado como muy importantes son los años de vida perdidos por muertes tempranas por cáncer de mama. Vemos que están incrementándose por ejemplo de 1999 a 2006 en donde tenemos que de casi 4000 a casi 6000 mil años de vida útil perdidos por las muertes de mujeres por cáncer de mama”.

La conferencia fue impartida en el marco del Ciclo de Conferencias del Seminario Permanente de Investigación que en esta ocasión lleva el nombre de Salud Pública y sus Determinantes correspondiente al Ciclo 2016-B que organiza el Departamento de Salud Pública del CUCS, mismo que concluirá en diciembre próximo, con una conferencia cada mes. @OficialCUCS

Guadalajara, Jal., 24 Agosto 2016

Texto: Nelda Judith Anzar

Edición y Foto: Raúl de la Cruz

Redes Sociales: Mariana Gutiérrez