El Salto y Zapopan ocuparon, en 2013, el primero y segundo lugares, respectivamente, dentro de la Zona Metropolitana de Guadalajara con mayor riesgo a que un ciudadano fuera asesinado, mientras que los últimos fueron Tonalá y Tlajomulco, según un estudio del Centro Universitario de Ciencias de la Salud (CUCS) de la Universidad de Guadalajara.

Con base en reportes periodísticos, donde solo fueron tomados en cuenta homicidios donde ocurrió el acto, se trabajó con 465 casos. El agente causal fue el arma de fuego con 70 por ciento. La frecuencia de homicidios se dio en fines de semana, sobre todo entre las 21:00 y las 24:00 horas, apuntó Antonio Reyna Sevilla, egresado de la Maestría en Ciencias de la Salud Pública, durante rueda de prensa este viernes en la UdeG.

Reyna Sevilla encontró que la mayor tasa de asesinatos se dio en sitios más marginados. El trabajo sugiere áreas donde la población fue más vulnerable a ser víctima. Por ejemplo, en Guadalajara: San Juan de Dios o Analco; en Zapopan, las colonias Constitución y Tabachines, entre otras. Respecto a las edades, dijo que 39.6 por ciento de las personas asesinadas tenían entre 30 y 44 años; “y en segundo lugar, la franja de 15 a 29 años, con 35 por ciento de los 465 homicidios”.

El investigador del Departamento de Ciencias Sociales del CUCS, doctor Guillermo Julián González Pérez, director de la tesis, apuntó que según otros estudios, las causas de homicidios se engloban en dos: uno donde “más de la mitad” son reflejo de una convivencia cotidiana violenta y otro, producto del crimen organizado.

Subrayó que, de acuerdo con el Sistema Nacional de Información en Salud, los homicidios en este año fueron la sexta causa de muerte en la ZMG (4 por ciento de defunciones) y que estuvieron por encima de accidentes de transporte, insuficiencia renal, y casi a la par de enfermedades cerebro-vasculares, por lo que es un “problema de salud pública”.

Ante esto, el académico y el egresado apuntaron que para resolver el fenómeno, se requiere “mayor interacción” entre los diferentes sectores como salud, en términos e consumo de drogas o alcohol; en conjunto con seguridad pública, a partir de este comportamiento epidemiológico. Pero hay “mucho por hacer”: crear un comité, disminuir las tasas de impunidad y la marginación, dar empleo, educación y mejores condiciones de vida.

Coordinación General de Comunicación Social