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Edad, diabetes, hipertensión y obesidad: factores de riesgo para desarrollar Enfermedad Renal Crónica, al igual que la proteinuiria y hematuria

Licenciatura en Nutrición organiza ciclo de conferencias con apoyo del NIN Institute en el marco del Día Mundial del Riñón

La prevalencia de Enfermedad Renal Crónica (ERC) en México es de 13 por ciento y la población de 70 años o más tiene 20 por ciento más probabilidades de desarrollarla, afirmó el Dr. Jonathan Samuel Chávez Íñiguez, especialista de NIN Institute, durante la conferencia intitulada “Factores de riesgo de ERC, Prevención y Detección” que organizó la Licenciatura en Nutrición del Centro Universitario de Ciencias de la Salud (CUCS) en el marco del Día Mundial del Riñón. Salud Renal para todos en todas partes: Desde la Prevención hasta la detección y el acceso equitativo a la atención.

Durante su alocución, Chávez Íñiguez expuso, además de la variable de la edad, otro factor de riesgo: La diabetes, la cual es considerada la causa número 1 en el mundo de ERC terminal. Expuso que en pacientes con 60 de filtrado glomerular o albuminuria en uno de cada cuatro, es atribuible a diabetes.

Así, dijo, entre más tiempo se tenga padeciendo diabetes, mayor es el riesgo de desarrollar ERC, lo que se cifra en 42 por ciento de probabilidades.

“Pero específicamente el latino y más específicamente los méxico-americanos, tenemos unos riñones altamente vulnerables para que la diabetes nos genere un daño mucho mayor que a cualquier otra raza o etnia”.

Refirió que los méxico-americanos que viven en Estados Unidos pierden al año 1.3 de función renal en comparación a -1 en una persona de cualquier otra raza.

Lamentó que las personas con diabetes que desarrollan ERC tienen alto riesgo de morir, incluso antes de necesitar diálisis. “Así que el mensaje es muy claro, el índice de diálisis es muy bajo porque se mueren antes”. Esto a diferencia de un paciente con diabetes que desarrolla función renal de 43 de albuminuria, quien sí tiene altas probabilidades de llegar a diálisis.

En relación a la hipertensión arterial y el riesgo de ERC, dijo que se incrementa 75 por ciento la probabilidad de desarrollar esta última, incluso si solo se padece pre-hipertensión arterial, ya que esta condición otorga 19 por ciento más riesgo de desarrollar ERC, “antes pensábamos que tener pre-hipertensión era sano y no es así, eso otorga riesgo renal”.

El especialista de NIN Institue, señaló que con base en la más reciente Guía de Hipertensión Arterial, se establece que padecerla es cuando se presenta 130-80 “y eso otorga riesgo renal”.

Estableció que el mayor riesgo renal está centrado en la proteinuria y albuminuria, condiciones que incrementan exponencialmente el riesgo de desarrollar ERC.

“Todo lo que quieran medir en medicina como sepsis, muerte, evento cardiovascular, lo que quieran medir negativo en medicina va a suceder mientras más albuminuria haya”.

Tras aclarar que la albuminurias es nefrotóxica, el especialista agregó que también es altamente negativo para el riñón la hematuria que es cuando se halla hemoglobina o heritrocitos en el sedimento, lo que desencadena inflamación también en el túbulo renal, lo que significa el doble de riesgo de morir tras los primeros cinco años de la detección, “por eso debemos darle el valor que merece a hematuria”.

Advirtió también del riesgo que otorga la obesidad a la ERC, la que vinculada a comorbilidad como diabetes, hipertensión o ateroesclerosis desencadena necesariamente ERC. Aún en pacientes obesos sin comorbilidad, incluso siendo jóvenes, presentan 300 por ciento más riesgo de requerir diálisis 25 años después, “pero si ese gordito de 17 años desarrolla  diabetes en su vida, el riesgo es ridículo, es de 3,900 por ciento más de llegar a necesitar diálisis. Eso nos habla que haber sido obeso una vez en tu vida -no importa que bajes de peso- te otorga riesgo renal”.

Chávez Íñiquez, desmintió la hipótesis de que la obesidad sana (índice de masa corporal alta sin complicaciones metabólicas) que es común en jóvenes, sea una condición sana, ya que eso no aplica para ERC, toda vez que quien cumpla con esas dos condiciones, tiene 38 por ciento de posibilidades convertirse en un enfermo renal, en tanto que la obesidad no sana, aumenta dicho riesgo en 62 por ciento, “o sea que no existe un gordito sano, al menos para el riñón”.

Indicó por otra parte que beber abundante agua no reporta ningún beneficio renal y por el contrario, la deshidratación de forma crónica sí puede afectarlo, no obstante aceptó que de esto existe muy poca evidencia científica.

“No existe evidencia que tomar más agua común beneficie la función renal”. De lo que sí existe evidencia es que consumir abundantes bebidas azucaradas sí afecta la función renal, para lo cual México es de los países que más consume refrescos en el mundo, la cifra se calcula en 163 litros por persona, siendo que -con base en el ingreso percápita- la estimación debería ser de 21 litros al año por persona, lo cual confiere serias implicaciones renales”.

Tras aclarar que el mismo riesgo lo reportan los refrescos de dieta, el especialista detalló que consumir más de una bebidas azucarada (325 ml) al día (refrescos, jugos, té, café) es suficiente para presentar ERC o llegar a diálisis, siendo el riesgo de 64 por ciento con más de una de estas bebidas al día, riego que se incrementa si además si se padece diabetes, así como si se tiene obesidad o sobrepeso.

A pesar de que se sabe que el ejercicio es bueno para la salud, el especialista aclaró que no todos los tipos de ejercicio favorecen al riñón, entre ellos el crossfit, ejercicios militarizados, o carreras de larga distancia como el maratón por ser un ejercicio supra fisiológico. Acerca del boxeo, indicó que el daño que este último le causa a la salud renal está a punto de comprobarse en un estudio que se realiza en el Hospital Civil de Guadalajara.

“El mejor ejercicio para el riñón y muy probablemente para todo el cuerpo es el aeróbico, pero en dosis adecuadas”, ya que de lo contrario el riesgo de ERC es de 38 por ciento.

Aclaró que no existe evidencia de que el consumo de poca sal favorezca a la salud renal en un riñón no enfermo, pero sí existe evidencia de que si se consume el doble de sal (194 milimoles), sí representa riesgo. Lo que es más, afirmó que paradójicamente es peor ingerir poca sal para el enfermo renal “eso es paradójico y va en contra de la Guía, pero en este estudio es evidente que es peor comer poca sal que comer la sal en una cantidad moderada”.

Refirió que la carne roja puede, por muchos mecanismos, dañar al riñón debido a que posee más sal, más fósforo, más grasas saturadas, ácidos nucleicos, folina y carnitina, además de que puede provocar más inflamación hepática, más inflamación sistémica y por lo tanto ERC, “la carne roja sí deteriora la función renal en sanos”. Por lo tanto, recomendó una dieta hipo-protéica en pacientes renales, ya que así, el riesgo de falla renal es de 41 por ciento menos y de necesitar diálisis es de 31 por ciento menos.

Hizo referencia también al riesgo de desarrollar ERC por dormir poco, por tabaquismo, al igual que por sedentarismo, por prematurez y por ácido úrico alto.

Entre otras ponencias impartidas durante el Ciclo de Conferencias de Prevención de la ERC por el Día Mundial del Riñón, que tuvo lugar el pasado 11 de marzo en el Auditorio Wenceslao Orozco y Selliva, destacan:  Tratamiento nutricional en factores de riesgo para ERC; Evaluación y composición mediante impedancia bioeléctrica y Tratamiento nutricional de la enfermedad renal crónica temprana, entre otras.

 

A t e n t a m e n t e

“Piensa y Trabaja”

“Año de la Transición Energética en la Universidad de Guadalajara"

 

Texto: Nelda Judith Anzar

Fotografía: Fryda Villa Alejandre